Tres explosiones y varios tiros en la casa del asesino confeso de Toulouse
Mohamed Merah sigue atrincherado en su casa de Toulouse tras más de 27 horas de cerco policial y de una noche en la que la policía ha recurrido a una estrategia de desgaste para intentar capturar al yihadista, autor confeso de las muertes de siete personas en esta ciudad y la vecina Montauban (suroeste del país), con vida. Pasadas las 7.30 de la mañana del jueves, el asalto de la vivienda de Merah no había comenzado. Según fuentes del Ministerio del Interior, la estrategia elegida ha sido “la del menor riesgo”. “No queremos un hombre muerto”, señalaron al diario Le Monde.
La policía no ha tenido contacto con el sospechoso desde el miércoles por la tarde, lo que ha generado dudas sobre si está vivo o no. "No ha habido movimientos durante la noche. Esperamos que siga vivo", ha declarado el ministro del Interior, Claude Guéant, en una entrevista matutina. "Pese a nuestros intentos persistentes para restablecer contacto a voces o por radio, no ha aparecido", según Guéant.
Tres violentas explosiones han sacudido esta noche el edificio de Toulouse donde encuentra atrincherado, lo que en un principio podría indicar un asalto inminente de la policía, que después ha confirmado que se trataba de una estrategia para derrumbar psicológicamente al asesino.
El edificio donde reside Merah había sido sitiado por la RAID, una unidad de élite de las fuerzas de seguridad francesas, a las 3 de la madrugada. Tras las detonaciones no se ha producido ningún intercambio de disparos entre las fuerzas de seguridad y Merah. Poco después de oírse las explosiones, fuentes del Ministerio del Interior han asegurado que las bombas tenían como objetivo "intimidar" al joven. La primera de ellas reventó la puerta de acceso a la vivienda, según la agencia France Presse.